Más de noventa por ciento de los modelos eléctricos en China podrán seguir disfrutando de exenciones fiscales para estimular el uso y ayudar al medioambiente. El Gobierno Chino ha puesto en marcha este programa el cual contribuye con la reducción de manifestaciones adversas para el medioambiente y da el beneficio a quienes adquieran un vehículo eléctrico.
La decisión del Gobierno no es casual, sino parte de una estrategia para reducir los efectos nocivos del medioambiente y mejorar los niveles de calidad de vida de los ciudadanos. Esto se logrará reduciendo la cantidad de emisiones producidas por los vehículos de motor tradicionales.
De acuerdo a lo establecido por la regulación, las exenciones fiscales se aplicarán a los que compren vehículos eléctricos con un precio de fábrica superior a los 150,000 Yuan (más de US$22,000). El monto exacto de la exención depende de la cilindrada y del modelo del vehículo. Por ejemplo, si un vehículo tiene un precio de fábrica de 200,000 Yuan, el comprador será beneficiario de una exención de impuestos de hasta 10,000 Yuan.
Se espera que las exenciones fiscales estimulen a los consumidores a optar por vehículos eléctricos en lugar de los vehículos tradicionales. Además, esto se traduce en una reducción de los costos de mantenimiento, dado que los primeros tienen un costo mucho menor en combustible, recambios y reparaciones que los vehículos de motor convencionales.
Los fabricantes también se benefician con programas como este, ya que más industrias optarán por producir vehículos eléctricos para aprovechar este beneficio fiscal. Y esto a su vez aumentará la cantidad de modelos eléctricos disponibles y promoverá la competencia entre los fabricantes, contribuyendo a mejorar la producción a nivel mundial.
El programa de exención fiscal también tendrá repercusiones positivas en ámbitos no relacionados directamente con la producción. Incorporar vehículos con motor eléctrico ayudará a mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación acústica de los entornos urbanos y suburbanos. Por otra parte, contribuirá significativamente a la reducción de los accidentes viales.
Como se ha mencionado, el programa tendrá un efecto positivo tanto en el medioambiente como en la calidad de vida de los ciudadanos. Esto sin mencionar la falla en la economía que generaría el uso de combustibles no renovables en lugar de los empleados en los vehículos eléctricos.
En conclusión, el Gobierno Chino ha extendido la exención fiscal a los modelos eléctricos como parte de una estrategia general para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.