En 1972, el mundo del cine fue sacudido por una de las escenas más infames de la historia del cine: una escena de violación filmada sin el consentimiento de la actriz protagonista, Maria Schneider. Esta escena se incluyó en la película “Último tango em Paris”, dirigida por Bernardo Bertolucci y protagonizada por Marlon Brando y Maria Schneider. Aunque la película fue aclamada por la crítica y se convirtió en un éxito de taquilla, la infame escena de violación ha ensombrecido la reputación de la película y ha generado un debate sobre el consentimiento en la industria del cine.
La película cuenta la historia de Paul, un hombre estadounidense interpretado por Marlon Brando, y Jeanne, una joven francesa interpretada por Maria Schneider, que se encuentran en un apartamento vacío en París y comienzan una relación sexual sin ningún tipo de compromiso emocional. Durante una de las escenas, Paul somete a Jeanne y la viola mientras ella llora y suplica que se detenga. Lo que muchos espectadores no sabían en ese momento era que esta escena fue filmada sin el conocimiento ni el consentimiento de Schneider.
En una entrevista en 2007, Bertolucci admitió que la idea de la escena de violación no estaba en el guión original, sino que él y Brando decidieron incluirla en el momento. Según el director, querían capturar la reacción natural de Schneider a la violación y por eso no la informaron previamente de lo que iba a suceder. Schneider, quien solo tenía 19 años en ese momento y era relativamente desconocida en la industria del cine, se sintió “humillada” y “violada” por la experiencia.
Después del estreno de la película, Schneider se convirtió en una figura polémica y recibió una gran cantidad de atención de los medios. Aunque intentó seguir con su carrera como actriz, su imagen se vio afectada por la escena de violación y nunca pudo escapar de ella. En una entrevista en 2007, Schneider admitió que la escena de violación le causó “daño emocional” y la llevó a tener problemas con las drogas y el alcohol durante años.
A pesar del impacto negativo en la vida de Schneider, la escena de violación en “Último tango em Paris” se ha convertido en un tema de debate y crítica en la industria del cine. Muchas personas, incluidas algunas figuras importantes de Hollywood, han criticado a Bertolucci y Brando por su decisión de filmar la escena sin el consentimiento de Schneider. Incluso en la actualidad, más de 40 años después del estreno de la película, la escena sigue siendo cuestionada y discutida.
El debate sobre el consentimiento en el cine no es algo nuevo. Desde el comienzo de la industria del cine, ha habido casos en los que los actores han sido forzados o presionados a realizar escenas que no estaban dispuestos a hacer. Sin embargo, la controversia alrededor de la escena de violación en “Último tango em Paris” puso en evidencia la importancia del consentimiento en la creación de una película. Los actores deben tener el derecho de decidir qué escenas están dispuestos a filmar y cómo se sienten con respecto a ellas.
Afortunadamente, en la actualidad, la consciencia sobre el consentimiento en la industria del cine ha aumentado y se han implementado medidas para proteger a los actores durante las escenas más sensibles. Los directores y productores ahora deben informar a los actores de qué escenas se van a filmar y asegurarse de que estén cómodos con ellas antes de proceder. Esto ha permitido que los actores puedan dar su opinión y tomar decisiones sobre su propio cuerpo y trabajo.
A pesar de la controversia y la infame escena