La petrolera estatal brasileña, Petrobras (PETR4), ha sido el centro de atención en los últimos días debido a una serie de acontecimientos que han generado incertidumbre en el mercado. Desde la ausencia de dividendos extraordinarios hasta las revisiones a la baja por parte de los bancos, los inversores se preguntan cuáles serán los próximos pasos de la compañía.
En una sesión de fuerte turbulencia, la estatal brasileña ha sido protagonista de 7 actos que han dejado a los analistas con más preguntas que respuestas. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, los expertos han llegado a una conclusión: la incertidumbre ha aumentado en torno a los activos de Petrobras.
El primer acto de esta sesión de turbulencia fue la decisión de la compañía de no pagar dividendos extraordinarios a sus accionistas. Esta noticia tomó por sorpresa a muchos inversores, ya que Petrobras había anunciado previamente que distribuiría un total de 10.300 millones de reales en dividendos. Sin embargo, la compañía decidió no hacerlo debido a la necesidad de mantener una sólida posición financiera y seguir invirtiendo en sus proyectos de crecimiento.
El segundo acto fue la ola de revisiones a la baja por parte de los bancos. Varios analistas han reducido sus recomendaciones y precios objetivos para las acciones de Petrobras, citando la incertidumbre en torno a la compañía y su capacidad para cumplir con sus objetivos financieros. Esto ha generado preocupación entre los inversores, ya que los bancos tienen una gran influencia en el mercado y sus opiniones pueden afectar significativamente el precio de las acciones.
El tercer acto fue el anuncio de la compañía de que no realizará una nueva oferta pública de acciones (OPA) para recomprar sus acciones en circulación. Esta decisión fue tomada después de que la compañía no lograra llegar a un acuerdo con sus accionistas minoritarios sobre el precio de la OPA. Esta noticia ha generado más incertidumbre en torno a la compañía, ya que muchos inversores esperaban que la OPA aumentara el valor de las acciones.
El cuarto acto fue la renuncia del presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, y su reemplazo por el general Joaquim Silva e Luna, nombrado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Esta decisión ha generado preocupación entre los inversores, ya que el nuevo presidente no tiene experiencia en el sector petrolero y se desconoce cuáles serán sus planes para la compañía.
El quinto acto fue la decisión de la compañía de aumentar los precios de los combustibles en un 10% en promedio. Esta medida fue tomada para seguir la política de precios de mercado de Petrobras y reducir la brecha entre los precios internos y los precios internacionales del petróleo. Sin embargo, esta decisión ha generado críticas por parte de los consumidores y ha aumentado la presión sobre la compañía.
El sexto acto fue la intervención del gobierno en la política de precios de Petrobras. El presidente Bolsonaro ha criticado públicamente a la compañía por los aumentos de precios y ha amenazado con cambiar la política de precios de la compañía. Esto ha generado preocupación entre los inversores, ya que la intervención del gobierno en una empresa estatal puede afectar negativamente su desempeño.
El séptimo y último acto fue la decisión de la compañía de postergar la publicación de sus resultados financieros del cuarto trimestre de 2020. Esta decisión fue tomada debido a la necesidad de evaluar el impacto de los recientes acontecimientos en la compañía y en el mercado. Sin embargo, esta noticia ha generado más incertidumbre entre los inversores, ya que están ansiosos por conocer los resultados de la compañía.
A pesar de todos