El mercado bursátil brasileño cerró la semana con altibajos, luego de una jornada de incertidumbre marcada por la publicación de datos sobre el empleo en Estados Unidos. El índice Ibovespa registró una subida del 0,09% gracias a la influencia positiva de Wall Street, pero en el balance semanal cerró con una caída del 0,7%. Sin embargo, detrás de estos números se esconden algunas cuestiones locales que también han limitado los avances del índice.
El viernes, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicó un informe que reveló que la economía estadounidense creó 559.000 empleos en mayo, una cifra por debajo de las expectativas del mercado. Este dato generó un “susto” en los inversores, que temen que la recuperación económica en Estados Unidos no sea tan sólida como se esperaba. Esta preocupación se reflejó en los mercados de todo el mundo, incluyendo el Ibovespa.
Sin embargo, a pesar de este sobresalto, el índice brasileño logró cerrar en territorio positivo gracias a la influencia positiva de Wall Street. Los buenos resultados de las empresas tecnológicas y el optimismo en torno a la recuperación económica de Estados Unidos impulsaron el mercado bursátil de ese país, lo que tuvo un efecto positivo en el Ibovespa.
Pero esta subida no fue suficiente para compensar las pérdidas acumuladas durante la semana. Y es que, a pesar de la influencia de los mercados internacionales, el Ibovespa también se vio afectado por cuestiones locales que limitaron sus ganancias. Una de ellas fue la incertidumbre política en Brasil, que se intensificó después de que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recuperara sus derechos políticos y se posicionara como un posible candidato en las próximas elecciones presidenciales.
Esta situación generó preocupación en los inversores, ya que una posible victoria de Lula podría significar un cambio en las políticas económicas del país y, por lo tanto, afectar al mercado bursátil. Además, la situación sanitaria en Brasil sigue siendo preocupante, con un alto número de casos y muertes por COVID-19, lo que también ha tenido un impacto en la economía y en los mercados.
Otra cuestión local que ha limitado los avances del Ibovespa es la incertidumbre en torno a las reformas económicas prometidas por el gobierno de Jair Bolsonaro. A pesar de que se han presentado algunas propuestas, aún no se han concretado medidas concretas para impulsar el crecimiento económico y reducir el déficit fiscal. Esto ha generado cierta desconfianza en los inversores, que esperan que se tomen medidas concretas para mejorar la situación económica del país.
A pesar de estos obstáculos, muchos analistas siguen siendo optimistas en cuanto al futuro del mercado bursátil brasileño. Además de la influencia positiva de los mercados internacionales, hay otros factores que pueden impulsar el Ibovespa en el corto plazo. Uno de ellos es el aumento de los precios de las materias primas, especialmente del petróleo, que es un sector importante en la economía brasileña.
Además, se espera que la economía brasileña se recupere gradualmente en los próximos meses, a medida que se avance en la campaña de vacunación contra el COVID-19 y se reabran las actividades económicas. Esto podría tener un impacto positivo en el mercado bursátil, ya que se espera que las empresas brasileñas mejoren sus resultados y aumenten sus beneficios.
En resumen, aunque el Ibovespa cerró la semana con una caída, hay razones para ser optimistas en cuanto al futuro del mercado bursátil brasileño. A